Tuesday, October 15, 2013

STENDEK: UN VOCABLO AÚN SIN IDENTIFICAR

STENDEK: UN VOCABLO AÚN SIN IDENTIFICAR

Una expedición cívico militar argentina encontró el 25 de Enero de 2000 en la pared Sur del cerro Tupungato,  a unos 5500 metros de altura, los restos del avión de pasajeros de la British South American Airways, un Lancastrian Star Dush que había desaparecido un ya lejano 2 de agosto de 1947.

La desaparición  de esta aeronave había permanecido rodeada de un aura de misterio, ya que a las 17,41 horas de aquel 2 de agosto se comunicó desde el avión al aeropuerto de Los Cerrillos en Santiago de Chile, que tomaría tierra a las 17,45 horas. Al final de la comunicación se escuchó claramente la palabra STENDEK. El operador del aeropuerto pidió la repetición del comunicado y por segunda vez le fue transmitida desde el avión la palabra repetida…STENDEK… STENDEK… luego el silencio más absoluto.


El 17 de Enero de 2000 a las 17, 00 horas Juan Carlos Noide, un investigador aeronáutico, su hijo Alejo y el Sargento Raúl Cardoso, efectivo del XI Regimiento de Montaña Argentino encontraron los restos de este avión estrellado. Su ubicación fue lograda gracias a los antecedentes recogidos durante varios años por estos excursionistas profesionales. En el año 1982 unos andinistas españoles aportaron vestigios de este accidente y el Grupo de Tarea Rápida dependiente de la NASA, también había realizado labores al respecto. El lugar donde ocurrió el siniestro es de difícil acceso ya que son laderas con mucho hielo, quebradas y avalanchas de nieve, que hacen necesaria la utilización de elementos técnicos y el trabajo de personas muy especializadas.


Diario de la época que narra el hallazgo del avión Lancastrian

El avión desaparecido hacia la ruta Londres, Buenos Aires, Santiago de Chile. Viajaban en el cinco tripulantes y seis pasajeros. Las víctimas de la tripulación fueron Reginald James Cook, inglés de 29 años capitán de la nave; Donald Cheecklin inglés, 27 años oficial radio operador del avión; Dennis Harmer inglés 27 años sobrecargo; e Iris Moreen Evans inglesa 26 años, azafata. Los pasajeros víctimas fueron Paul Simpson inglés 44 años, correo diplomático de la Corona Británica; Peter Young inglés 41 años; Eric John Goodderham inglés; Martha Limpert alemana nacionalizada chilena 67 años; Casis Said Atallah ciudadano palestino y Harold Pagh suizo.

Uno de estos pasajeros era Paul Simpson, un mensajero de la Corona Británica que viajaba por cuenta del Foreing Office. Se especuló la vía de un sabotaje dada la inclusión de este funcionario británico pero nunca pudo demostrarse nada al respecto. También existieron especulaciones referentes a 70 lingotes de oro que eran transportados en este vuelo y hubieran pertenecido al gobierno inglés. Otros rumores que circularon tras la desaparición es que el contenido de la valija diplomática transportaría documentos “sensibles” sobre el gobierno argentino, acciones de empresas británicas en Chile y otros papeles confidenciales.

El piloto Reginald James Cook había cruzado la cordillera de Los Andes en ocho ocasiones como segundo piloto y aquel era su primer vuelo como capitán. En Buenos Aires y en Londres le advirtieron que tomase otra ruta si encontraba mal tiempo en Los Andes. En el momento de la desaparición soplaba un viento de 45 nudos por hora y el paso del Cristo Redentor estaba nevado y con muchas nubes. El capitán Cook, 41 minutos antes de emitir su último mensaje comunicó al Aeropuerto de Los Cerrillos que se elevaba a 7200 metros, lo que hacía pensar a más de uno que el avión podría haber caído al mar, pero nunca en la Cordillera, ya que solo quedaban 4 minutos para aterrizar.

Expedicionarios con una de las ruedas del avión

Los restos del avión fueron encontrados por los expedicionarios desperdigados en un área de un kilómetro cuadrado y se podía apreciar parte del fuselaje del avión, restos del motor, algunos restos humanos, aproximadamente tres cadáveres y una mano de mujer bien conservada. Dada las condiciones climáticas de la zona todos estos restos tuvieron que tener un rescate programado por tratase de un hallazgo más bien histórico y no criminal, para lo cual se requirió una orden especial emanada de un tribunal.

La desaparición de este avión llenó las hojas de los periódicos de la época y también fue incluido en muchas enciclopedias de lo oculto, en el apartado de “desapariciones misteriosas”. Hay que recordar que la fecha del 2 de Agosto de 1947 estaba muy cercana al 24 de Junio de 1947 cuando el comerciante Boise Kenneth Arnold de Ihaho, EE.UU., había declarado ante la prensa haber observado unos “platillos voladores” cerca de la parte norte del Monte Rainer. La acuñación de este vocablo quedaría como nacimiento de la época contemporánea de la ufología y no faltaron los medios de comunicación y también algunos ufólogos modernos que atribuyeron esta desaparición a los Ovnis (Objeto volador sin identificar), dado que justamente por aquellas fechas comenzaba la divulgación masiva de este fenómeno que perdura hasta hoy en día y que denominamos Ovni.

Por otra parte, fueron muchas las interpretaciones de la famosa palabra STENDEK, que entendió en el mensaje el operador chileno que reafirmo haber entendido claramente esta expresión…STENDEK, y la mala interpretación de palabras inglesas como “STAND BY” O “STANDING” como sonidos habituales de su trabajo no le confundieron, declaró el funcionario de la torre de control del aeropuerto chileno.

La desaparición del Lancastrian Star Dush británico conjuntamente con la expresión STENDEK pasó a engrosar los mitos asociados a la ufología, y es así que esta misteriosa palabra ha sido utilizada en diferentes oportunidades. Precisamente en la ciudad de Barcelona el C.E.I. (Centro de Estudios Interplanetarios) en los años 70, tituló una excelente publicación relacionada con el tema de los Ovnis. Como STENDEK, en alusión a este extraño vocablo aún sin calificar. ¿Tiene relación esta palabra con la desaparición del avión británico? ¿Es una mala interpretación del controlador del aeropuerto?

A los 66 años de ocurridos estos hechos es muy difícil encontrar una relación entre la famosa palabra y el siniestro del avión. Lo sensato es pensar que una vez más el eterno manto de nieve de la Cordillera de Los Andes cobró peaje en vidas humanas y durante más de medio siglo los mantuvo ocultos en sus entrañas, salvo que las investigaciones de los restos indiquen lo contrario.


Fuente: http://balearoculta.blogspot.com.es/

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