Monday, October 21, 2013

Lizzie Borden, la parricida de Fall River

Lizzie Borden, la parricida de Fall River


Lizzie Borden 

Lizzie y Emma Borden eran dos hermanas, hijas de Andrew Borden, un prestigioso e importante hombre de negocios. Estaba casado en segundas nupcias con Abby, ya que se había quedado viudo. Pero sus hijas no soportaban a la madrastra. Tanto que no se sentaban con ella a la mesa y comían en sus habitaciones para no verla. Y el tiempo, en lugar de mejorar la relación, la empeoró.

Andrew Borden y Abby Dufree 

El Señor Borden solía obsequiar a su esposa con frecuencia. En una de esas ocasiones, compró una granja que había pertenecido a la familia de su esposa y tenía la intención de ponerla a nombre de Abby. Sus hijas se sintieron desheredadas. Las escrituras se iban a firmar el 4 de agosto de 1892, día que cambió la vida para los habitantes de la casa de Second Street, 92.

Casa donde tuvieron lugar los asesinatos

Ese día, la primera en levantarse fue la criada, Bridget Sullivan. Más tarde lo harían los señores. Durante el desayuno les acompañó John Morse, hermano de la primera esposa de Andrew Borden. Lizzie no desayunó con ellos. Y Emma estaba en casa de una amiga, a 25 kilómetros.

Después de terminar el desayuno, John se marcha y Lizzie cambia las sábanas del cuarto de invitados. A las 09.30 el padre se va a la ciudad a comprobar sus negocios. Regresa una hora más tarde. Se encuentra con Lizzie y ésta le dice que Abba ha tenido que salir. El hombre decide echarse una cabezadita en su sillón.

Hacia las 11.00 de la mañana, los gritos de Lizzie rompen la tranquilidad de la casa. "Baja enseguida, padre está muerto; alguien ha entrado y lo ha asesinado", le dice a Bridget.

Imagen de Andrew Borden muerto sobre el sofa

Andrew Borden estaba en la misma postura en que le vieron la última vez. Había recibido once hachazos en la cara, uno de los ojos se había salido de su cuenca y la nariz había sido arrancada por completo. Su rostro era un amasijo de carne sangrante.

La madrastra yacía boca abajo en el suelo de la habitación, sin vida. Había sido atacada por detrás. Tenía un total de 19 heridas en cabeza y espalda. Había muerto antes que su marido ya que tenía la sangre coagulada.

El forense determinó que las heridas se habían producido por un hacha u objeto similar. En el sótano del edificio, la policía encontró un hacha y una azada, ésta cubierta por ceniza de carbón recién aplicada.

Dos días después de los asesinatos se celebraron los funerales de las víctimas. Se quedaron las cabezas para continuar la investigación.

El doble asesinató conmocionó a la pequeña y próspera Fall River. En la prensa se publicó un anuncio ofreciendo 5.000 $ a quien proporcionara información sobre el asesino.

La principal y única sospechosa era Lizzie. La puerta principal de la casa estaba cerrada con llave y estaba rodeada por un alta cerca de alambre de espino, por lo que los únicos sospechosos eran las cuatro personas que vivían en la casa. Como dos de ellos no se encontraban en el lugar en el momento del crimen, solo quedaban como posibles asesinas Lizzie Borden, la hija mayor de cuarenta años, y Bridget Sullivan, la criada.

Aunque Lizzie aseguró haber oído un gemido mientras se encontraba en el exterior de la casa y que el intruso había tenido que entrar por la cocina mientras estaba el establo, nadie pudo confirmarlo.

El 7 de agosto Lizzie es sorprendida por una amiga mientras quemaba ropa en el horno de la cocina, aunque aseguraba que eran trapos viejos manchados de pintura.

El 11 de agosto es detenida, acusada de parricidio y juzgada siendo el acontecimiento de la época.

Fuente: http://bateman.lacoctelera.net/



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