Fantasmas de la Basílica de Guadalupe
La Basílica de Guadalupe en Ciudad de México
El 9 de Diciembre de 1531 un afortunado hombre de origen chichimeca que había sido bautizado por los españoles como Juan Diego presenció la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro Tepeyac. La Virgen hizo saber a Juan Diego que su deseo era que en ese lugar se construyera un templo, cuyos primeros trabajos se iniciaron en 1695. La iglesia, hoy Basílica de Guadalupe, estuvo terminada en 1709, y fue profundamente reformada a lo largo de los siglos, especialmente entre 1887 y 1895, período en el que se corrigieron varios daños causados por el paso del tiempo. Hoy es una de las atracciones turísticas más visitadas de Ciudad, a la vez que centro de veneración católica. En su rica historia no dejan de existir las leyendas, de los cuales te contamos tres a continuación:
1) El campanero fantasma:
En los primeros tiempos de la basílica, cuando aún no había sido declarada tal, sino que era un templo más modesto, un fraile hacía las veces de campanero para efectuar la llamada a los fieles. Su devoción era tal que, sin importar los rigores del clima, subía a la parte más alta del campanario para tocar las campanadas de rigor. Un invierno muy cruento, y pese a la advertencia de su abad, el fraile igualmente cumplía con su deber, pero de resultas cayó enfermo, aquejado por una grave pulmonía, y falleció. Desde entonces, y algo infrecuentemente, es posible escuchar el repicar de las campanas de la basílica aun cuando no haya campanero que jale de las cuerdas. Sorprendidos por esta presencia fantasmal, y temerosos de que pudiera tratarse de alguna operación diabólica, los sacerdotes quitaron en cierta época los badajos de las campanas. Para estupefacción de todos, las campanas sonaban aun cuando debían estar mudas, por lo que los sacerdotes se resignaron y los badajos fueron colocados nuevamente en su sitio. Es posible hoy escuchar cada tanto el sonido de las campanas de la Guadalupe movidas por el celo del campanero fantasma.
2) Los fieles difuntos:
El 12 de Noviembre de 1921, en horas de la mañana, durante un oficio religioso, una bomba escondida dentro de un arreglo floral estalló en la basílica, provocando graves daños materiales y dos muertos. El atentado se adjudicó a un grupo anticlerical, en la antesala de lo que se conocería como la Guerra Cristera. Pasados los años, los espectros de las dos personas que resultaron muertas en el atentado pueden verse, en ocasiones, sentados en los bancos de la iglesia, contemplando calladamente el altar.
3) La dama de la vela:
Sin dudas el fantasma más famoso de la Basílica de Guadalupe, se trata del fantasma de una mujer, que ha sido visto por innumerable cantidad de personas en Ciudad de México, que sostiene una vela mientras camina lentamente por sectores de la basílica y aun de los alrededores, y no son pocos quienes afirman haberla visto atravesar las paredes de la construcción como típicamente sucede con los fantasmas. La vela que lleva esta alma se encuentra siempre encendida, sea el tiempo bueno o tormentoso, y no hay incidente o circunstancia que posibiliten que ese extraño fuego se apague. Algunos han relacionado a este fantasma con una leyenda muy conocida del Distrito Federal, la de la penitente.
.Fuente: http://leyendas.about.com/
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