Friday, December 20, 2013

EUSAPIA PALLATINO

EUSAPIA PALLATINO

Eusapia Palladino 

Eusapia Palladino nació en Italia, el 21 de enero de 1854. Su nacimiento costó la vida de su madre, su padre fue asesinado por bandidos en 1866. Siendo niña experimentó ciertos fenómenos que no sabía comprender aún: golpes en los muebles sobre los que se apoyaba, la fuerte sensación de que ojos la observan donde no había nadie, e incluso que "manos invisibles" le jalaran su vestimenta o la desarroparan de noche mientras intentaba dormir.

Cuando quedó huérfana, una familia de la alta burguesía la recibió en Nápoles como niñera. Pronto se detectó que no era una chica normal: en su presencia objetos vibraban, si había campanillas, estas sonaban, y quienes estaban presentes sentían el tacto de manos invisibles (a distancia de Eusapia). Hay una pintoresca historia acerca de su "descubrimiento": que el señor Damiani, un destacado investigador psíquico italiano se dirigió a la residencia donde trabajaba y vivía Eusapia, según las instrucciones de una entidad, "John King", proporcionadas durante una sesión de espiritismo en la que se encontraba la esposa de Damiani, con dirección y nombre exactos, indicando que Eusapia era la reencarnación de su hija médium... Y que así fue como Damiani se presentó reclamando por la talentosa joven.

La realidad, menos romántica pero no por ello desmerecedora, era que el jefe de la familia era afecto a sesiones mediúmnicas y a toda la temática paranormal según era conocida y estaba de moda en esa época, y al ver lo que ocurría con Eusapia, buscó un experto: allí aparece entonces Damiani. La joven médium no demostró especial interés en desarrollar o explotar sus facultades, pero se dejaba educar y se prestaba a toda clase de demostraciones. Con 22 años comenzó su formación.

El desarrollo de sus habilidades progresó a un ritmo rápido. En los primeros cinco o seis años se dedicó principalmente a los fenómenos de los movimientos sin contacto. Luego vinieron las famosas apariciones espectrales.

En medio de esto Eusapia tuvo un lapso donde se apartó de todo esto, y se concentró en alcanzar otros objetivos: casarse, bordar, abrir su propio taller de costura. Era una mujer sencilla y sus aspiraciones no escapaban de lo común a la mayoría de las mujeres de origen de su época. Ercole Chiara no se rindió y finalmente logró que retomara actividad alrededor de 1886. Es a partir de entonces que Eusapia será estudiada minuciosa y regularmente.

Podían levitar objetos o incluso hacerlo ella misma, ejecutar instrumentos trozos de piezas musicales sin tener contacto físico con ellos... "John King" se comunicaba a través de golpes y estando Eusapia en estado de trance habló en italiano. Palladino siempre supo cuando un fenómeno de estos estaba próximo a ocurrir y advertía a los presentes. Daba la impresión de sufrir extremadamente durante el proceso y exhibió un sincronismo entre sus gestos y el movimiento de objetos o muebles sin contacto. Si ella miraba desafiante a la mesa, esta comenzaba a moverse hacia ella, si ella advertía este movimiento, la mesa retrocedía. Un movimiento fuerte de su cabeza estaba acompañado de golpes y movimientos hacia arriba de su mano, que coincidía con la elevación de una tabla, por ejemplo hacia arriba (sin mantener contacto con ella).

Un par de años más tarde Ercole Chiara desafió públicamente mediante una carta al conocido criminólogo italiano Cesare Lombroso, escéptico y notable crítico de la fenomenología paranormal, a raíz de uno de los artículos. En esa carta Chiara describe e Eusapia de la siguiente manera:

"El caso que le refiero es de una mujer que pertenece a los más humildes sectores de la sociedad. Es casi treinta años de edad y muy ignorante; su aspecto no es ni interesante ni dotado con el poder que los criminólogos modernos llaman irresistible, pero cuando así lo desea, lo mismo de día que de noche, puede tener cautivo a un auditorio una o dos horas con los más sorprendentes fenómenos. O. unida a un asiento, o sujeta firmemente por las manos de los curiosos, atrae a ella los artículos de los muebles que la rodean, los sube, los mantiene suspendidos en el aire como el ataúd de Mahoma, y los hace bajar de nuevo con movimientos ondulatorios, como si obedecieran su voluntad. Se aumenta o disminuye su altura de acuerdo a su placer. Ella provoca golpes en las paredes, el techo, el piso, con ritmo y cadencia delicadas. En respuesta a las peticiones de los espectadores algo así como ráfagas de electricidad brotan de su cuerpo, y la envuelven a sí misma o envuelven a los espectadores en escenas maravillosas. (...)"

"Si se coloca en la esquina de la habitación un recipiente que contiene una capa de arcilla blanda, se encuentra después de algunos momentos la huella en ella de una pequeña o una gran mano, la imagen de un rostro (vista de frente o de perfil) de la se pueden tomar que un molde de yeso. De esta manera, los retratos de un rostro en diferentes ángulos se han conservado, y los que lo deseen pueden hacer estudios serios e importantes."

"Esta mujer se eleva en el aire, no importa lo que las bandas de atarla Ella parece estar en el aire vacío, como en un sofá, en contra de todas las leyes de la gravedad; Interpreta en instrumentos musicales, órganos, campanas, panderetas- como si hubiesen sido tocados por sus manos o movido por el aliento de los gnomos invisibles. A veces puede aumentar su estatura en más de cuatro pulgadas."

"Ella parece una muñeca de caucho de la India, como un autómata de un nuevo tipo, que toma formas extrañas ¿Cuántas piernas y los brazos que tiene? No lo sabemos bien sus miembros están en manos de los espectadores incrédulos, vemos otras extremidades que vienen a la vista, sin que ella sepa de dónde vienen. Sus zapatos son demasiado pequeños para adaptarse a estos pies de brujas de ella, y esta circunstancia particular, da lugar a la sospecha de la intervención del poder misterioso. "

Pocos años más tarde Lombroso visitó Nápoles para una sesión. Su primer informe decía: "de los pies de Eusapia y las manos se encargó el profesor Tamburini y Lombroso dispuso una campanilla colocada sobre una pequeña mesa a más de un metro lejos de Eusapia. Esta sonaba en el aire sobre las cabezas de los asistentes y luego cayó sobre la mesa, allí como a dos metros a una cama. Mientras la campana sonaba Lombroso encendió un fósforo y la vio en el aire. "

Al finalizar las sesiones con Eusapia, el afamado psiquiatra y criminalista declaró su arrepentimiento por haber sido escéptico, manifestando: “Me siento confundido y apenado por haber combatido tantas veces la posibilidad de los hechos espiritistas”. Esta declaración se debió además, a que Lombroso en esas sesiones pudo reencontrarse con el espíritu de su madre materializado.

Esta declaración, proveniente de un estudioso de tal prestigio, estimuló a importantes científicos de Europa a emprender diversos trabajos de investigación psíquica, y Eusapia quedó sometida por espacio de varios años a sesiones encaminadas a demostrar la realidad de los fenómenos.

En 1892 se realizó la célebre sesión de Milán con la presencia del propio C. Lombroso, acompañado de Schiaparelli, director del Observatorio de Milán; el profesor Gerosa, catedrático de física; Ermacora, doctor en filosofía; Ch. Richet, de la Universidad de París; Aksakoff, Consejero de Estado del emperador de Rusia; Charles Du Prel, doctor en filosofía y otros prestigiosos investigadores. La Comisión declaró: “Es imposible decir o contar el número de veces que una mano aparecía o era tocada por nosotros. Basta decir que la duda ya no es posible, realmente era una mano viva que veíamos y tocábamos, en cuanto al mismo tiempo, el busto y los brazos de la médium estaban visibles y sus manos eran sostenidas y aseguradas por los que estaban a su lado”.

En los años siguientes, en Francia e Inglaterra, Eusapia atrajo la atención de H. Bergson, los esposos Curie, Camilo Flammarion, F. Myers, Ochorowicz y De Rochas. El resultado obtenido no fue tan satisfactorio para la médium, pues aunque si bien Richet garantizó la realidad de sus facultades psíquicas, hubo extrañas maniobras de Eusapia que causaron un efecto lógico en aquellas personas para quienes esos fenómenos eran novedad, y dudaron de su legitimidad.

Con referencia a las sesiones efectuadas en la casa de Ch. Richet en 1894, Sir Oliver Lodge dice en comunicación dirigida a la Sociedad Inglesa de Investigaciones Psíquicas: “No hay en mi mente espacio para la duda. Toda persona exenta de prejuicios que los presencie, llegará a la misma conclusión, o sea que ciertas cosas que hasta ahora parecían imposibles, pueden ocurrir…. El resultado de mis experiencias ha sido convencerme de que ciertos fenómenos que habían pasado por anormales, pertenecen al orden natural, y como corolario de ello, que tales fenómenos deben ser investigados por las personas y las sociedades interesadas en el progreso de la ciencia”.

En la reunión en que fue leída esta comunicación, Sir William Crookes, llamó la atención del auditorio acerca de la semejanza de los fenómenos obtenidos por Eusapia Palladino con los de Daniel Douglas Home.

No obstante, la comunicación de Lodge fue duramente criticada por el médico Richard Hodgson, que en esos momentos estaba en los Estados Unidos. Con el objeto de disuadirlo fue invitado, junto con Eusapia, a una serie de sesiones en Inglaterra en la residencia de F.W.H. Myers, que se llevaron a efecto en 1895 y que se denominaron “Los Experimentos de Cambridge”. En su mayoría no tuvieron éxito, pretendiéndose que en varias oportunidades se sorprendió a la médium cometiendo fraude, lo que inició una agria controversia entre defensores y detractores. 

En una ocasión un periodista entrevistó a Eusapia y se atrevió a preguntarle si había sido sorprendida alguna vez haciendo trampas, a lo que la médium contestó francamente: “Muchas veces me he preguntado lo mismo. Hay personas que al sentarse alrededor de la mesa, aguardan siempre trampas, y en resumidas cuentas, las ansían. Yo me encuentro en trance, y como nada ocurre, los otros se muestran impacientes, pensando en las trampas, nada más que en las trampas, con todo el cerebro concentrado en esa idea. Yo, es claro, contesto automáticamente, pero no siempre. Los impacientes esperan que realice lo que desean, y de ahí su descontento. Eso es todo”.

Sin embargo, nunca admitió haber hecho fraude voluntariamente y sostuvo que los espíritus habían solicitado su ayuda para la producción del fenómeno porque tardaba en producirse.

En varias oportunidades, durante los experimentos se observaba lo que Lodge llamó “una apariencia de extremidad suplementaria” ectoplásmica, que surgía del cuerpo de Eusapia, fenómeno que fue confirmado por otros investigadores. Pero todos coincidían en reconocer que la variedad de formas que adoptaba su facultad, no permitía prever qué sucedería durante una sesión con ella.

La mediumnidad de Eusapia Palladino no fue más patente que la de otros médiums de la época, pero aventajó a todos en lo tocante a atraer la atención de científicos de responsabilidad moral y reconocimiento intelectual, cuyos testimonios escritos acerca de los fenómenos obtenidos tienen naturalmente, mayor fuerza de convicción que los relatos de personas menos autorizadas. Con ella quedó demostrada la realidad de muchos hechos que la ciencia ortodoxa de la época no aceptaba; pero generalmente es más fácil negar los fenómenos que explicarlos, de allí que muchos consideraron que la mediumnidad de Eusapia era tan sólo un fraude, consciente o inconsciente.

Durante los 10 años siguientes la estudiaron en Europa y USA en todas las instituciones interesadas, pero sus facultades comenzaron a decaer y entonces la sorprendieron en burdas trampas, finalizando su ejercicio mediúmnico en Nápoles, el 22 de abril de 1918 y falleciendo ese mismo año.

Cesare Lombroso, que tuvo la oportunidad de conocer la personalidad de Eusapia afirmó que “tenía una particular bondad de corazón que la impulsaba a gastar lo que ganaba con los pobres y los niños, y a sentir las desventuras de muchos desgraciados, al extremo de no dormir muchas noches pensando en ellos. La misma bondad de corazón hacía que amara y protegiera a los animales maltratados”.

Eusapia Palladino no fue la única médium destacada de su época, pero los eventos que pudieron atestiguar quienes la investigaban permitieron dejar documentados el asombro y la afirmación de científicos prominentes y respetados por la comunidad científica, de que los fenómenos eran reales.


Fuente: http://alterguia.net/

0 comments:

Post a Comment