El fantasma del parque Benito Juárez

El fantasma del parque Benito Juárez

El parque Benito Juárez

Esta leyenda proviene de la localidad de Jaral del Progreso, en Guanajuato, México, y todos quienes la relatan coinciden en que se trata de un suceso muy extraño que ocurre con extraordinaria frecuencia. En el parque Benito Juárez, una de las atracciones de la ciudad, que incluye un momento a ese personaje histórico y otro a Miguel Hidalgo, se dice habita el fantasma de una mujer cuya visión provoca problemas de salud y hasta la muerte a quienes tienen la desgracia de toparse con ella.

Aconteció que para embellecer el parque, la intendencia mandó colocar unos asientos para que la gente pudiera disfrutar del paisaje. Ese inocente hecho disparó lo que algunos dicen es una maldición, mientras otros se inclinan por la versión de la profanación: según esta variante de la historia, las comodidades para los paseantes se instalaron sobre un antiguo cementerio, lo que habría provocado la ira de los muertos allí enterrados y olvidados.

Para preservar las instalaciones en buen estado, es normal que parques y plazas cuenten con guardia nocturna o algún sereno que disuada a los gamberros. En este caso, el pobre hombre, una vez repuesto del susto, contó que una noche vio una sombra deslizarse por entre los asientos. Creyendo que se trataba de un intruso con malas intenciones, el hombre fue en su busca, pero en lugar de a un malhechor encontró al espíritu de una agresiva mujer, la que lo increpó furiosa en razón de la erección de los asientos, y acto seguido comenzó a golpear con fiereza a los mismos, causando destrozos. Quienes oyeron el relato del sereno creyeron que había bebido y había provocado el mismo los desmanes en un acto de borrachera, pero quedaron muy confundidos cuando días después, aún temblorosos merced a la visión del fantasma, el hombre enfermó repentinamente. Los médicos no atinaron a dar con la dolencia exacta que lo aquejaba, y a los pocos días falleció, provocando honda consternación.

La municipalidad decidió contratar una fuerte guardia para reemplazar al sereno. El resultado fue el mismo: los hombres contaron espantados que lo que parecía ser el fantasma de una mujer se les abalanzó y los increpó furiosamente. También, a los pocos días, los infortunados enfermaron gravemente, pero esta vez sobrevivieron, sin que nadie pudiera explicar en qué se diferenciaba el mal que los aquejaba de la aguda enfermedad que había acabado con el sereno. Obvio es decirlo, ya nadie quiso montar guardia en el lugar por las noches, y la intendencia se limitó a reparar los daños que el malhumorado fantasma causaba en las instalaciones y a esperar que la población no entrase en pánico debido a esos extraños sucesos, por lo que se decidió no dar demasiados detalles a la prensa.

Algunos ocultistas arriesgaron una explicación que parece acertada: el fantasma de la mujer poseería propiedades vampíricas, lo que explicaría la súbita enfermedad que causa su contacto. Es probable entonces que la muerte del infortunado sereno haya sido una advertencia, que el fantasma repitió en el segundo grupo sin llegar al extremo de la muerte. De ser así, es posible que la mujer fuese en vida una persona dedicada a la magia negra, y que haya logrado convertirse o fuera convertida en vampiro antes de que algo o alguien le causaran la muerte. Mientras tanto, nadie desea merodear por las noches en las proximidades del parque Benito Juárez.

Fuente: http://leyendas.about.com/