Hallan arqueólogos dos estatuas de dignatarios egipcios en Tebas
Un equipo de arqueólogos dirigidos por el francés Christophe Thiers ha descubierto en las ruinas de Ermant, al sur de Luxor (antigua Tebas), dos estatuas de dignatarios egipcios, una que representa a Nebamon, escriba y médico del faraón, y otra al clérigo Ramose |
Además, han sacado a la luz un fragmento de pared de un templo con relieves, según informó en un comunicado el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), al que pertenece Thiers.
En las mismas ruinas también aparecieron hace unos días cinco cabezas de faraones esculpidas en la piedra.
Estatua del escriba Nebamon
La estatua de Nebamon, en roca calcárea y de 93 centímetros de altura, muestra la figura de este escriba y médico con una estatua en sus rodillas del dios Montu protegido en una naos o santuario sagrado en la parte interior de un templo.
Ese personaje ya era conocido por otra estatua desenterrada en Ermant en 1980.
La segunda encontrada ahora, en granodiorita de 68.5 centímetros de altura, muestra a Ramose, contemporáneo de Ramsés II, que expone en una mesa de ofrendas dos cabezas de halcón que personifican al dios Montu.
Estatua del sacerdote Ramose
El CNRS subrayó que se trata de una pieza "única" y que por ahora sólo se conocía a Ramose por una estatua conservada en Chicago y por su presencia en una tumba de Tebas en la que participa en una procesión en honor del dios de Ermant.
El relieve del templo dedicado al dios Montu-Re es un bloque de piedra calcárea de 160 x 130 x 40 centímetros en el que se puede distinguir al dios de la muerte Anubis con cabeza de chacal. Según la primera datación, es del reinado de Amenemhat I, hacia el año 1.990 antes de Cristo.
Por último, las cabezas de faraones, de entre 61 y 84 centímetros, han salido a la luz al desenterrar los cimientos de la parte delantera del templo de Montu-Re.
Se encuentran en buen estado de conservación, ya que todavía se pueden distinguir pigmentos azules en la barba y rojos en la carne y en parte de la corona. Aunque no llevan asociado ningún jeroglífico que especifique el nombre, los arqueólogos estiman que remontan a la época del Medio Imperio.
Su descubrimiento ha sido consecuencia de los trabajos de la misión conjunta del Instituto Francés de Arqueología Oriental, del Centro Franco-Egipcio de Estudio de los Templos de Karnak y del Laboratorio de Arqueología de las Sociedades Mediterráneas de Montpellier que se lleva a cabo desde 2004 en Ermant, la antigua Hermonthis, a unos kilómetros al sur de Luxor.
Fuente: http://www.info7.com.mx/
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