El primer rostro de un "Anticariense"
Imagen del primer rostro de un anticariense
Descubierto un retrato privado datado a principios del siglo II d. de C. en el yacimiento de Caserío Silverio-Mayorga, situado a escasos dos kilómetros al norte del casco urbano de Antequera. Se trata de la representación del dominus (dueño) de la villa en ese momento, lo que lo convierte en el primer retrato de un anticariense (ciudadano del municipio romano de Anticaria) que conocemos hasta la fecha. Los especialistas en iconografía clásica, que en este momento estudian la pieza para su posterior publicación, apuntan a que el personaje presenta un peinado característico de inicios de la segunda centuria y, sin embargo, parece reticente a la hora de adoptar la nueva moda de representarse con barba, típica de estos momentos.
La pieza está elaborada en mármol, posiblemente de origen griego, aunque este extremo no se puede confirmar hasta que se realicen las oportunas analíticas. Presenta unas dimensiones de unos 28 cm de alto por 20,5 de ancho (tamaño natural).
La numismática, aunque acuña esencialmente la retratística oficial, constituyó un eficaz e insustituible vehículo de propaganda en el ámbito privado. Las nuevas modas llegaban a todos los rincones del Imperio de la mano de los retratos monetales, de firme valor cronológico, que inmediatamente tenían su eco en los retratos de particulares.
Las casas romanas mostraban a sus visitantes las efigies de sus antepasados y de sus propietarios, como modernamente aparecen los blasones en las fachadas de las casas señoriales. No olvidemos que, si bien el retrato se generaliza con rapidez, nace como síntoma de prestigio social. En los espacios ajardinados acompañaban a ciclos estatuarios, que simbolizaban creencias o gustos personales. No sólo encontramos retratos personales en las viviendas, también aparecen piezas que representan personajes públicos, en alusión a una posible clientela del propietario.
La villa romana de Caserío Silverio-Mayorga ha sido objeto de trabajos arqueológicos desde el año 2010 y forma parte de los programas de seguimiento que Adif realiza para la preservación del patrimonio histórico y cultural durante la construcción de la Línea de Alta Velocidad entre Granada y Bobadilla, en el término municipal de Antequera. Para ello, Adif ha realizado con carácter previo un amplio y detallado estudio arqueológico de la zona, lo que ha permitido detectar yacimientos y otros restos de incalculable valor patrimonial. Entre los hallazgos más significativos de esta villa destacan varios mosaicos, entre los que sobresale una representación del río Tíber, con varios versos de la obra “Las Geórgicas” de Virgilio, y con una superficie total de 86,9 m2. También cabe mencionar dos esculturas de pequeño formato: una representación de “Diana cazadora” y una cabecita de Alejandro Magno como “Apolo Helios”. Las analíticas realizadas demuestran que ambas fueron elaboradas con mármol pentélico, variedad de mármol procedente del monte Pentélico, cercano a Atenas y uno de los más utilizados en época clásica.
Pero uno de los valores más importantes de este yacimiento arqueológico es precisamente su amplia estratigrafía, que ofrece un amplio espectro cronológico que abarca desde el siglo I hasta el X d. de C., formado por la villa romana, su conversión residual en edificio de culto cristiano en el siglo VI, y por una necrópolis de la misma fecha, donde se han exhumado más de 150 individuos. Todo el conjunto fue amortizado por una alquería andalusí y por su correspondiente cementerio, fechado a finales del Emirato y principios del Califato.
La nueva escultura será presentada el próximo viernes, 29 del presente, a las 20.30 h, en el Salón de Actos del Museo de la Ciudad de Antequera, por el Dr. Pedro Rodríguez Oliva, catedrático de Arqueología de la Universidad de Málaga, en el transcurso de una conferencia que lleva por título “La decoración escultórica en las villas romanas de la Bética”.
Fuente: http://terraeantiqvae.com/
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