El milagro del Miró reaparecido
Pocas personas deben de conocer hoy tan bien el conjunto de la obra de Joan Miró como el teniente de alcalde de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Palma, Fernando Gilet. O al menos un trabajo suyo concreto, la «Maqueta Gaudí XVIII/XIX», una prueba en papel para un grabado dibujada en 1975 y asegurada en 450.000 euros, que en los dos últimos años ha pasado por más aventuras y peripecias que el resto de toda la obra mironiana en un siglo.
No obstante, Gilet no tuvo conocimiento de las primeras de dichas peripecias hasta el pasado 27 de agosto, cuando la directora de la Fundación de Palma, Élvira Cámara, le comunicó que dicho boceto se había extraviado a finales de 2011, después de haber sido cedido poco antes para una exposición en el País Vasco. Desde esa fecha, nadie había conseguido encontrar dicho trabajo de Miró en ningún lugar, a pesar de que en el registro de entrada de la Fundación constaba su supuesta vuelta a la sede de la entidad. Cámara había sido informada del suceso en enero de 2012.
La sorpresa del concejal al escuchar las palabras de la directora, hace ahora justo un mes, debió de ser mayúscula, no tanto por la desaparición del dibujo en sí, que también, sino sobre todo por el hecho de que su extravío se hubiera producido en 2011 y nadie se lo hubiera comunicado a él personalmente hasta entonces.
El edil decidió pedir en ese momento un exhaustivo informe sobre todo lo sucedido en ese dilatado espacio de tiempo. El dosier le fue entregado el 6 de septiembre a Gilet por la propia Cámara, que en esa fecha presentó también su dimisión como directora de la entidad.
La Policía inició entonces una investigación sobre el caso, que dio un giro inesperado cuando el propietario de la empresa de transportes Balears Art i Llar, Xim Quesada, se puso en contacto con el diario local Última Hora y con la Policía el pasado 11 de septiembre. Quesada explicó que tras la publicación de las fotografías del Miró desaparecido en todos los medios, se dio cuenta de que la obra que sin fecha ni firma le había entregado un empleado el pasado mes de febrero en una caja rota, y que ahora guardaba en un rincón de su oficina a la espera de que alguien la reclamase, era, casualmente, el trabajo «Maqueta Gaudí XVIII/XIX».
Sin rastro
Un día después del tan feliz como rocambolesco hallazgo, el regidor partió hacia la capital de Eslovenia, Liubliana, pero no para ver jugar a la selección española de baloncesto, sino para asistir a la inauguración de la exposición «Joan Miró's Printmaking Workshops». Por fortuna, de momento no se ha extraviado aún, que se sepa, ninguna de las obras cedidas en esta nueva muestra.
Para añadir algo más de misterio a toda esta historia, en aquellos días un artista encontró junto a unos contenedores de basura una caja de madera vacía, con el logo de la Fundación y una etiqueta de la citada empresa de transportes. La Policía finalmente descartó que dicha caja, hallada curiosamente al lado de la avenida Picasso, hubiera podido contener en su momento el hoy ya conocidísimo boceto de Miró de su serie Gaudí.
Una vez recobrada la pintura y también la calma, el pasado 16 de septiembre Gilet anunciaba, acompañado por el nieto del artista Joan Punyet Miró, que Élvira Cámara seguiría en su cargo de directora, si bien constaría una amonestación en su expediente. Así lo decidió la comisión de gobierno de la Fundación Pilar y Joan Miró, que también acordó la creación de una comisión de investigación para intentar esclarecer todo lo ocurrido. En caso de lograr culminar con éxito su ambicioso propósito detectivesco, sería sin duda un nuevo milagro más a sumar a todos los ya experimentados o vividos hasta ahora.
Fuente: http://www.abc.es/
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